Trabajo en red como estrategia de sostenibilidad: una herramienta el NetWorking Cultural
Aquí es donde deberíamos comenzar todos, a
relacionarnos con otros, a compartir lo que se hace, a conocer si otros están
trabajando en lo mismo, incluso a identificar socios, a conectarnos más,
evitando que la información, el conocimiento las oportunidades continúen siendo
un bien privado y muchas veces desperdiciado. En la medida en que
democratizamos por ejemplo la información, el acceso a oportunidades también lo
estamos haciendo del conocimiento.
Por el contrario lo que se ve en la práctica,
en nuestra ciudad son muchos esfuerzos individuales tras los mismos propósitos
y con iniciativas muchas veces similares, de manera que los costos son mayores
pero no los ingresos como realidad de funcionamiento o el impacto como realidad
cultural. Entre las motivaciones para no trabajar en red se menciona la
posibilidad de que se copien de lo que con tanto esfuerzo consiguieron o que
les exijan trabajar de una manera uniforme cuando la singularidad en la que los
hace optar por lo cultural, argumentos que la realidad y las necesidades del
sector cada vez hacen menos viable.
Hoy es pertinente e inteligente pensar en
trabajar en red, en asociar gastos y tener criterios de gestión y de gerencia
en nuestras organizaciones culturales, la diversidad es un patrimonio que nos
debe permitir crecer y aportar a mejorar las condiciones de vida tanto de la
población objetivo de nuestros proyectos y actividades como de las personas
involucradas operativamente en las mismas organizaciones.
El trabajo en red permite identificar
necesidades comunes y estrategias también comunes, las mismas que propenden por la relación
cultura y desarrollo basada en los conocimientos de las organizaciones
culturales, si hiciéramos el esfuerzo por formalizar nuestro conocimiento en la
gestión de nuestras organizaciones, por ejemplo estaríamos sumando las buenas
experiencias para todos minimizando los errores o acciones que llevan a
pérdidas.

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