Sobre la gestión cultural aplicada a un territorio: apuntes de estrategias para la sostenibilidad

Saber qué se necesita, facilita saber a dónde buscar


Cuando nos preguntamos sobre temas particulares en la acción de gestionar cultura, es pertinente aclarar los términos, tanto lo que conceptualmente se reconoce como lo que es validado desde las prácticas locales. Y es en la revisión del concepto cuando de manera consensuada, se establecen las metas y los límites para aplicar la gestión cultural en un territorio.
Entonces, es cuando revisar términos como Productividad, Arte, Cultura, Patrimonio, el barrio, la localidad  cobran sentido.
La aclaración de términos debe incluir la revisión de los mismos en la política pública en diferentes ámbitos, según sea el diálogo del territorio - internacional, nacional, municipal y local – de esta manera se cuenta con un panorama que permite que los objetivos planteados por una organización o comunidad puedan tener su propia voz en el contexto donde pretenden influir, por ejemplo asignación presupuestal para un tema de acción local en un plan municipal.

Cosas por hacer


Importante, aquí se proponen algunas cosas por hacer y de seguro pueden ser otras o más, recomendable, en el reto de gestionar lo cultural en un territorio próximo, es EVITAR LA REUNITIS. La reunitis es la excesiva convocatoria a reuniones de equipo o de trabajo sin objetivos claros y sin que resulte avance al terminar la cita

LAS PRIMERAS ACCIONES
Una de las primeras tareas, es reconocer qué de la creación o producción artística y cultural podemos traducir en bienes y/o servicios, hecho esto se puede pensar en cuáles de esos bienes y/o servicios interesa mover a la comercialización de contenidos y cuáles el interés es otro.
El pretexto es, que estando organizados, desde la orilla desde donde se tiene claridad por lo que se hace y cuál es su alcance se puede dar valor y decidir destinos. Algunos  en un mercado de consumo podrían parecerse a las denominadas Industrias Culturales y/o Creativas. Recordemos algunos podrían y también muchos no tendrían el interes.
Con mayúsculas y pausa para mejorar la recordación:
NO TODO PASA POR UNA LÓGICA DE MERCADO
Y LO MÁS IMPORTANTE NI TIENE QUE HACERLO
ADEMÁS NO TODO LO QUE ESTA INFORMAL EN LAS CULTURAS, LAS ARTES  Y SUS PRÁCTICAS DEBE BUSCAR PARA SER LA FORMALIZACIÓN

Otra de estas primeras tareas, es la identificación de las metodologías e instrumentos que pueden apropiarse o que ya se están aplicando, para que surjan proyectos de mejoramiento y de innovación.
Por un lado pensando siempre como sector – que no hace daño – es decir cultura con los de cultura y por otro lado actuando en lo transversal – que tanto ayuda -  cultura y los elementos de un territorio como seguridad alimentaria y abastecimiento, o como educación y convivencia, o medio ambiente y comercio, o movilidad y vivienda entre otros.
Y aunque cambien, por que es bueno en una estrategia de gestión cultural no ser estáticos, llega el momento de tener claridad y determinación sobre los temas, acciones y alcances, que estando asociados a los espacios de intercambio y colaboración en un territorio, definitivamente buscan responder a las demandas sociales, culturales y del sector productivo compartidas de diferentes manera. Estos temas pueden ser:
·         identificar y establecer socios estratégicos
·         conocer qué se necesita para la gestión de espacios virtuales y urbanos que favorezcan las respectivas interacciones
·         saber dónde las ideas puedan contar con la gestión de soluciones y financiamiento
·         reconocer qué es, quién lo hace y dónde está el nuevo conocimiento y su transferencia
LAS ACCIONES FIJAS Y PERMANENTES
Al reconocer los primeros escenarios de acción, se vuelve importante revisar metodologías para la planificación, implementación, sistematización y evaluación de las acciones y actividades. Tomar el tiempo necesario para establecer tiempos, tareas, responsables, resultados esperados, requerimientos para lograrlos y cómo saber que se han conseguido reviste de gran importancia, primero por corresponsabilidad con el territorio y el sector, segundo por que deja menos espacio para la incertidumbre y tercero por que si se falla o se decide cambiar por que surgen imprevistos, de todas formas la determinación de un plan da coherencia para los cambios y orienta la reorientación en los fracasos.
Lo típico a seguir entonces, es analizar el flujo de decisiones e incluso de distribución de las mismas que se dan en el territorio o en la localidad. Si lo que tiene claro la organización está asociado a un servicio de una práctica artística, es una prioridad conocer cómo circula, dónde, con quién y para quiénes en lo local y también a nivel distrital. De la misma manera, hay que tomarse su tiempo para identificar para lo local, lo distrital y nacional los fenómenos de producción, distribución y consumo involucrados en el desarrollo de esa práctica artística y ese servicio.

Enfrentar la incertidumbre desde la actitud creadora


Presento algunas ideas de practicas que realizadas en experiencias de desarrollo local (Colombia, Chile, Ecuador), pueden motivar a construir las propias o a realizar apropiación.

1. Algunas organizaciones que se plantean la productividad en un determinado campo como una tarea del territorio, hicieron como primera estrategia coordinar una mesa de trabajo con los encargados del tema a nivel local, incluso en su diálogo municipal buscando la relación con iniciativas que se enmarcaran en la temática del fomento productivo, priorizando proyectos comunales de desarrollo. Lo que se busca materializar un trabajo en Red y contar con una infraestructura básica para el territorio.
Nota: ya sabemos, sin REUNITIS
2.    Otra estrategia ha sido la de potenciar las mesas comunales publico - privadas, generando capacidades en los profesionales del área, y potenciando a los actores locales, validándolos localmente y logrando participación. Iniciativas exitosas como son un Programa de gestión y fortalecimiento para el desarrollo económico local, a través de Transferencia de competencias y capacidades, a los agentes y actores del territorio. 
3.    Capacitación en formulación de proyectos y asesoría para acceder a fuentes de financiamiento. Buscando la transferencia de competencias
4.    Definición de las competencias y habilidades disponibles en el territorio, manteniendo el pragmatismo aunque parezca ideal lo que se espera.
5.    Conocimiento de las competencias y capacidades profesionales en las que se evidencian déficit para abordar la tareas propuestas en el territorio buscando en dónde pueden encontrarse e iniciar tareas para su gestión 
6.    Mantener un registro metodológico del trabajo. Que pueda ser socializado en cualquier momento
7. Siempre buscar que las organizaciones, como un bien común, tengan la mayor cantidad de información sobre procesos similares y antecedentes para que tomen las mejores decisiones.

Conclusiones


Hacer eficiente y evidente el trabajo en red. Pero trabajar en red, no es solo identificar quienes comparten un tema o una manera de hacer y ver, tampoco es reunirse para alcanzar un bien que de manera individual era más difícil. Esas son cosas que perfectamente se logran sin llegar a un trabajo en red. Por el contrario, el trabajo en red es un acto osado, de intentar diferentes formas de relación desde la organización con las otras organizaciones y con las personas.  Aveces se enciende un vinculo, aveces se apaga pero siempre hay un interés por el vinculo, total es en esas relaciones, las de las personas que pueden nuestras acciones tener una orientación una meta compartida

Se plantea en la dinámica de gestionar lo cultural en un territorio próximo el reto de ampliar conceptos y abordar en la diversidad los mismos, por ejemplo el concepto de industria cultural y/o creativa logrando encadenamientos productivos que constituyen una oferta de productos y servicios culturales que lo hacen sustentable en el tiempo y asociado al territorio

La innovación como motivador para enlazar acciones en un territorio, permite que por momentos, aún desanimados, una organización pueda retomar o redireccionar sus objetivos con nuevos escenarios, lenguajes o formatos.

Y por último, mantengamos presente que la creatividad no es un bien que pueda descuidarse cuando gestionamos cultura.


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